Restaurant Simpson, Hotel Ses Vinyes, Begur
Nou Restaurant Simpson a l'Hotel Ses Vinyes Fotos Marcela Grassi Text: Albert Serra Projecte en col.laboració amb Anna Sabrià Arquitecta.
La reforma del restaurante Simpson del Hotel Ses Vinyes de Esclanyà se inició con una chocante visita que dejó clara la línea a seguir en la intervención. Ubicado en un entorno natural privilegiado, ocupaba una sala alargada y oscura que solo se relacionaba con el exterior a través de ventanas minúsculas; una pequeña puerta franqueaba el paso a la infravalorada pérgola exterior, testigo mudo y solitario de las maravillosas vistas.
Todos los esfuerzos van encaminados a conectar interior y exterior. Se abre la totalidad de la fachada y el cerramiento mediante correderas empotradas permite la relación directa entre dos espacios que se convierten en uno solo. Para difuminar aún más las diferencias, la pérgola exterior se replica en el interior y se le incorpora vegetación colgante para introducir el jardín en el comedor. Tampoco el mobiliario, combinación de madera y mármol blanco Macael hace ninguna distinción, convirtiendo así el establecimiento en una gran veranda abierta al espectáculo ampurdanés circundante los 365 días del año.
La reforma del restaurante Simpson del Hotel Ses Vinyes de Esclanyà se inició con una chocante visita que dejó clara la línea a seguir en la intervención. Ubicado en un entorno natural privilegiado, ocupaba una sala alargada y oscura que solo se relacionaba con el exterior a través de ventanas minúsculas; una pequeña puerta franqueaba el paso a la infravalorada pérgola exterior, testigo mudo y solitario de las maravillosas vistas.
Todos los esfuerzos van encaminados a conectar interior y exterior. Se abre la totalidad de la fachada y el cerramiento mediante correderas empotradas permite la relación directa entre dos espacios que se convierten en uno solo. Para difuminar aún más las diferencias, la pérgola exterior se replica en el interior y se le incorpora vegetación colgante para introducir el jardín en el comedor. Tampoco el mobiliario, combinación de madera y mármol blanco Macael hace ninguna distinción, convirtiendo así el establecimiento en una gran veranda abierta al espectáculo ampurdanés circundante los 365 días del año.